miércoles, 29 de julio de 2009

[sin titulo]


Me detuve a observar como el viento tocaba sutilmente las hojas de un árbol
Respirando pero aún con el corazón agitado, pasaría algo o quizá había pasado ya; parecía que esperaba a alguien o algo y en efecto, pero nada llego, nadie tampoco, al menos no hoy, ni en ese lugar.

Asi que me dispuse a continuar mi camino avanzando lentamente, casi sin movimiento para los que llevaban prisa, no era tarde y mucho menos temprano y aún así todos llevaban prisa pero no yo, al menos hoy no.

Observe todo aquello que usualmente pasé por alto, todo me parecia tan nuevo, hermoso, colorido y asombrante.

Llene mis pulmones, sin importar si es aire limpio o sucio, sólo me llene de aquello que necesité.

Detuve mis pensamientos y me dediqué plenamente a escuchar, sorprendentemente el ruido de la ciudad se convirtió en una dulce melodia que hechizaba mis sentidos, llevandome por sitios inimaginables, lugares ocultos en mi alma, me llevó pronto a descubrir una paz interior, eterna y hermosa, inigualable pero tan efimera a la realidad, que en unos segundos me hizó volver en sí el anhelo del sentimiento real, de llevar mi pensamiento a estas palabras, para despues continuar en la normalidad.

1 comentario:

kriss dijo...

yeah buen escrito .. en realidad es cierto nunca nos detenemos a ver lo que esta ahi .. yo me entiendo jajaja

yeah